lunes, 29 de diciembre de 2008

No hay silencios incomodos.






Las cosas con Agustín van fluyendo como si nada, las miradas complices, las sonrisas cuando nos miramos mientras estamos con nuestros amigos, el buscarnos el uno al otro, todo se va dando solo, rápido, pero sin forzar nada. Sin planear nada nos encontramos, voy caminando por algún lugar y ahí aparece él, como situación del destino. Para lavarme las manos de tener que hacer llamados o mandar muchos mensajes siempre me digo a mi misma que si tiene que ser, él va a estar ahí, pero es la primera vez que lo digo y siempre aparece. En un post anterior les contaba que quería mimos, que quería un novio que comparta conmigo cosas simples, que me regale globos y chocolates. Contaba que quiero alguien que me abrace, que entienda lo que dice mi mirada, que comparta silencios conmigo, y que salga a correr conmigo cuando la situación se torne complicada. Anoche salí con Agustín, me paso a buscar 10 minutos antes, mando un sms, diciendome: -Buenas. Estoy afuera. ¿Llegue muy temprano?

Eso si me sorprendió porque siempre fue muy puntual nunca se retrasaba ni 5 minutos, por eso estaba arreglada temprano, pero no me imaginaba que iba a venir 10 minutos antes. No lo hice esperar porque no me gusta hacer esperar a nadie, así que baje. Cambiamos el plan de una salida convencional a tomar algo a la costa del rió, por una salida totalmente diferente, su quinta, paz, un cielo completamente estrellado sin una sola nube, un silencio increíble. Ahí eramos solo él y yo, por primera ves en mi vida disfrute del silencio estando con alguien, no existía esa situación incomoda de no saber que decir porque no había nada que decir. No era un día hábil para que pase nada, pero sin embargo nos conectamos muchisimo, disfrutamos de estar en paz juntos. Solo mimos, abrazos, oscuridad, silencio, nada mas que eso, algo tan simple como eso. Agus conoce mi cara de nena asustada, porque la primera ves que fuimos a la quinta yo tenia miedo, era muy lejos, me quede sin señal en el celular, el camino era de tierra y no habían muchas luces. Hasta eso, sabe cuando estoy asustada, y me cuida, sabe como hacer para darme seguridad, es todo lo que pedía y es mas de lo que esperaba.

Hoy recordando la noche, me pongo a pensar y conseguí lo que quería, lo que tanto pedía, lo que tanto buscaba, alguien con quien compartir y disfrutar de las cosas mas simples del mundo como mirar 5 minutos las estrellas abrazados. El tiempo suficiente 5 minutos para que no se torne algo denso y para que sea algo suficientemente especial. Todo es hermoso, pero siempre hay que pagar un precio por las cosas que nos hacen tan bien. Señoras y señores tengo lo que quiero, pero estoy llena de miedos!!!, esta relación tiene fecha de vencimiento porque a él la pasarela lo lleva lejos mio a varios miles de kilómetros. Por eso hoy me pregunto si estoy dispuesta a costear el precio que me va a cobrar el disfrutar un tiempo de esta relación. La verdad es que en otra situación saldría corriendo para evitarme sufrir mas adelante, ahora siento esas ganas de correr, pero hay algo en el que me atrapa y no me deja salir corriendo. Todos sabemos cuando corremos el riesgo de enamorarnos, cuando encontramos esa persona que tanto esperamos, lo sabemos aunque muchas veces lo neguemos. Yo lo reconozco Agustín es la persona que tanto esperaba, siempre mis amigas me dicen el que no arriesga no gana! saben que mi lado ambicioso me lleva a arriesgarme porque no me gusta perder, pero esta vez parezco una nena asustada contando sus pocas monedas pensando si gasta o no sus ahorros en comprar un chupetin.

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