miércoles, 23 de marzo de 2011

Una serie de relaciones desafortunadas

Si hay algo que siempre me llama la atención es como hombres y mujeres no saben estar solos.  Se embarcan en un viaje en la busqueda del amor de sus vidas donde van recorriendo puertos, uno tras otro, sin parar, sin darse cuenta que si esperan que las cosas sean diferentes, tendrían que dejar de hacer lo mismo.  Todo empieza por lo general en un momento de la vida donde se sienten cansados de estar solos, quieren estar con alguien si o si, sienten esa falta, esa necesidad urgente. Arrancan la búsqueda por diversos medios, bares, boliches, amigos de amigos, redes sociales y hasta salas de chats, pasando por miles y miles de ambientes diferentes. Conocen no una, varias personas a la vez, aceptan invitaciones, reparten sus números celulares, arrancan los sms, y las llamadas diarias, constantes, que van volviéndose con los días una necesidad. Sin darse cuenta empiezan a sentir un repentino cariño por una persona prácticamente desconocida, se abren, y hasta se aferran a esa persona que aparece del otro lado. Las ilusiones empiezan a crecer, se idealiza a ese ser desconocido, se convierte en menos de una semana en el centro de la vida y hasta llegan a considerar tener una relación estable y seria con esa persona. Hasta que de repente conocen enserio a la persona y su vida real, y ven que hay cosas que no les gusta, pero llegan a hacer reclamos, a hablar de sentimientos y hasta sufrir esa perdida de algo inexistente, porque esa situación simplemente fue un puerto equivocado más. Pero la solución que encuentran a eso es conseguir automáticamente un reemplazo como si fuese tan simple, hacen como si nada paso, pero niegan el dolor que si sienten, como si eso arreglara, mejorara, o cambiara algo. Entonces cambiamos A por B y volvemos a la misma historia, de la cual salen nuevamente decepcionados, pero sin entender la necesidad de tomarse un tiempo para ellos mismos, para ver la historia de otra perspectiva, o algun forma de encararlo que sea diferente, nuevamente se vuelve a repetir la historia donde ahora el personaje ya es C, D, E, F y al final de esa serie no se dan cuenta que las esperanzas son cada vez menores, que las decepciones son cada vez peores, que la autoestima va en descenso y que buscando amor se olvidaron de lo más importante que era realmente sentir amor por el otro y por uno mismo por sobre todo. Así un millón de hombres y mujeres se cruzan en la vida buscando amor y lastimándose a sí mismos, sin darse cuenta que cuando necesitamos amor podemos encontrarlo en nosotros mismos, podemos llenarnos de amor todos los días y regalárselo a todos los que queremos. De esa manera en algún momento alguien va a saber notarlo, va a ver el pequeño potencial que hay en ese gesto, va a remarla y va a llegar al lugar exacto donde vamos a encontrarnos dos personas llenas de amor que no buscan amor sino simplemente alguien con quien compartir todo el amor que ya tienen.